Llegamos directas desde el aeropuerto de Sevilla en un vuelo de Ryanair que se retrasó 1 hora por problemas técnicos del avión… El trayecto fue de 3 horas y 50 minutos aproximadamente, y llegamos sanas y salvas.
Pasado el medio día y tras haber dejado el equipaje en el hotel, nos fuimos a comer a un bar con decoración rural, muy de la polska todo, que nos pillaba cerca. Llevábamos la gastronomía polaca bien documentada para que no se nos escapase probar nada típico, aprovechando que los precios son bajitos y te puedes poner púa comiendo por nada de dinero. No vamos a especificar los platos en este post ya que queremos hacer uno específico con todo lo que allí probamos.
En Cracovia, en pleno mes de noviembre, anochece entre las 15:30 y las 16 horas de la tarde, y la temperatura no sube más allá de 5ºC. Aún así, después de comer, nos dirigimos al centro que lo teníamos a 15 minutos del hotel, pasando por la Barbacana, una fortificación defensiva de estilo gótico de la Edad Media que da entrada al centro histórico. Junto a ella se encuentra la Puerta de San Florián que marca el camino real hasta el Castillo de Wawel.
El punto más visitado de Cracovia seguramente sea la Plaza del Mercado o dicho en polaco, la Rynek Główny. Allí se concentran cuatro famosas edificaciones:
La Torre del Ayuntamiento o Wieża ratuszowa, de estilo gótico, es la única parte del antiguo Ayuntamiento que se conserva hoy en día tras haber sido derribado en el año 1820. Para subir hay que llevar los pulmones y los gemelos bien preparados, porque son 70 metros de escalones de piedra, con apenas un metro de anchura y los pasamanos para agarrarte son viejas cadenas. Su entrada cuesta 7 PLN ≈ 1’60 €
La Lonja de Paños más conocida como Sukiennice está en el centro de la plaza. Antiguamente era el centro de negocios para los comerciantes que visitaban Cracovia. Allí se comercializaban productos exóticos: seda, especias, sal… En noviembre cuando nosotras fuimos albergaba un mercadillo navideño con productos en su mayoría artesanales.
La Basílica de Santa María o Kościoł Mariacki, también de estilo gótico, data del siglo XIV. Destaca por la asimetría de sus dos torres. De la torre más alta, un trompetista toca el hejnał mariacki todos los días, una melodía que avisa del mediodía a los ciudadanos y visitantes. La entrada a la Basílica cuesta 10 PLN ≈ 2’30€
Para acabar con la Plaza del Mercado, mencionaros la Iglesia de San Adalberto, en polaco kościół św Wojciecha. De origen medieval data del año 1257. En su interior actualmente se puede ver una exposición permanente sobre la historia de la Plaza del Mercado.
Al final del camino real, llegamos al famoso Castillo de Wawel, elevado sobre una colina. La estructura de ese Castillo es algo peculiar, pues se compone de varias edificaciones diferentes en el mismo recinto, rodeando a un bonito patio. Está construido en tres estilos: gótico, románico y renacentista. De entre los años 1333 y 1370 por Casimiro III El Grande. Cada zona a visitar tiene un precio diferente. Nosotras conseguimos entrar de forma gratuita a todas las estancias aunque no sabemos muy bien por qué ya que el personal nos decía que podíamos pasar gratis pero no nos decían debido a qué.
Como hemos comentado, se divide en varias partes:
La Catedral de Wawel o Katedra Wawelska, cuyo nombre real es más largo y complicado «Catedral Basílica de San Estanislao y San Wenceslao o Bazylika archikatedralna św. Stanisława i św. Wacława» fue construida entre los años 1320 y 1364 y también está construida en tres estilos arquitectónicos diferentes: el barroco, el renacentista y el gótico. Bastantes nombres ilustres de la Monarquía Polaca se encuentran allí enterrados. El precio es de 12 PLN ≈ 12’76€
El Museo Catedralicio de Juan Pablo II, del que no podemos daros mucha información ya que no entramos a visitarlo. Pero sabemos que alberga objetos religiosos e insignias reales.
La Cueva y el Dragón que tanto nos costó encontrar. El mapa del Castillo nos indicaba un lugar donde no había ni rastro de Dragón ni de cueva. Desde la baranda que asoma al río Vístula te encuentras al Dragón, ahí abajo, justo delante de la entrada de su cueva. Os recomendamos que os quedéis observándolo unos minutitos, ya que os sorprenderá su poderío.
El Palacio Real fue la residencia de los Reyes Polacos. Es un edificio renacentista que el Rey Segismundo I El Viejo mando reconstruir para transformarlo en lo que hoy vemos. Dentro del Palacio se pueden visitar diferentes estancias: Wawel Perdido, las Salas de Estado, los Apartamentos Reales, el Tesoro de la Corona y la Armería y el Museo de Arte Oriental. Cada una de estas zonas lleva un precio diferente así que os recomendamos que los miréis bien antes de entrar, ya que en nuestra opinión, no hay nada realmente impresionante como para pagar por entrar, y además, según la fecha en la que vayáis hay un día en la semana que se puede entrar de forma gratuita.
Otro de los sitios más transitados de Cracovia es el barrio judío, Kazimierz. En esta ocasión nosotras decidimos visitarlo junto a FreeWalkingTour, porque queríamos conocer bien lo que realmente pasó en ese lugar durante la invasión nazi. El punto de encuentro con el guía era en la Sinagoga Vieja o Synagoga Stara de la Plaza Szeroka. Si veis en la foto, el edificio más pequeño que hay bajo el de ladrillos, es una pequeña Sinagoga que hicieron para las mujeres que querían ir a rezar, mientras que en la principal solo entraban los hombres.
En la misma plaza, también se encuentra la Sinagoga de Remah o Synagoga Remuh, la única activa actualmente en toda la ciudad de Cracovia. No pudimos entrar porque se estaban preparando para una de sus celebraciones y no permitían visitas.
También podemos ver un memorial a los judíos que allí vivían antes y durante el holocausto.
Cruzando el río Vístula a través del puente Bernatek, nos adentramos en el Gueto de Cracovia o Podgorze. El puente actualmente alberga unas figuras de metal que penden de cables y se mueven cuando hace viento sin perder el equilibrio.
Uno de los detalles más llamativos de Cracovia, o por lo menos, una de las cosas que más nos llamó la atención es que los edificios en su mayoría se mantienen intactos, no han sido rehabilitados estéticamente. De ahí que la ciudad a pesar de ser bonita no deje de ser gris y bastante triste si la comparamos con lo que acostumbramos a ver por el resto de Europa. En el barrio de Podgorze muchos edificios conservan las fachadas ennegrecidas a causa de los bombardeos y de todo lo sucedido ahí en la invasión nazi. Imaginad como debe ser vivir actualmente en un sitio con una apariencia tan oscura.
Si habéis visto La Lista de Schindler os sonará la siguiente localización que vamos a mostraros. No pudimos tomar una perspectiva mejor por la cantidad de gente que había, pero seguro que sabéis que pasaba aquí en la película. Son casas totalmente reales, y por lo visto sus vecinos están hasta la coronilla de los turistas… Ups.
Siguiendo el recorrido que nos marcaba nuestro guía, llegamos a la Plaza de los Héroes del Gueto o Plac Bohaterów. En esta plaza los nazis hacían sus recuentos y seleccionaban a los judíos, separando a los que se quedaban y a los que se irían a los campos de concentración y exterminio… Actualmente la plaza en sí es un monumento conmemorativo con numerosas sillas, que representa a los judíos que se veían forzados a trasladarse. Una silla por cada 1000 judíos asesinados. En dicha plaza, también se encontraba la Farmacia del Águila o Apteka pod Orlem regentada por Tadeusz Pankiewicz, farmaceútico polaco y católico que salvó la vida de numerosos judíos. En la actualidad la farmacia es un Museo.
En esta foto, la puerta que se ve en la esquina es la Farmacia del Águila mencionada antes.
En algunas zonas del barrio se conservan trozos del muro que delimitaba el gueto con inscripciones en hebreo y en polaco.
El tour con el guía acababa nada más y nada menos que la Fábrica de Oskar Schindler, que a día de hoy se conserva como Museo. Si habéis visto la película, sabréis que, gracias a Schindler y a su fábrica muchos judíos se salvaron de ir a los campos de concentración.
La entrada al museo cuesta 25 PLN ≈ 5’76€. Nosotras solo pasamos al hall, en el que se expone una enorme fotografía del Oskar Schindler real. Además, en los ventanales juntos a la puerta se muestras fotografías originales de los trabajadores de la fábrica. Itzhak Stern, ¿os suena? Buscadlo.
Respecto al free tour comentaros que nosotras volvimos encantadas con la agencia. Además del tour por la Cracovia judía, también hicimos el de Cracovia macabra, que es un poco más corto y divertido. Os lo recomendamos totalmente si vais a la ciudad.
Para acabar con Cracovia, vamos a contaros nuestra excursión a los campos de Auswithz y Birkenau. En esta ocasión contratamos la excursión con Civitatis. La excursión dura unas 7 horas y cuesta 35’70€. Incluye autobús de ida y vuelta a Cracovia y guía en español. Salimos a las 7:30 de la mañana y a las 3 de la tarde ya estábamos en Cracovia de vuelta. Durante el trayecto en autobús te ponen un documental con imágenes reales para ir introduciéndonos en lo que nos espera al llegar al destino. No vamos a explayarnos en dar detalles sobre esto. Pensamos que es un lugar que hay que visitarlo en persona y luego reflexionar con uno mismo, porque lo que hay dentro de ese lugar es para verlo, no para contarlo. Dejamos algunas fotos, aunque tampoco hicimos demasiadas porque era duro…
Con esto damos por finalizado nuestros 3 días en Cracovia.
¡Nos vemos con el próximo post en Breslavia!
Alba & Cristina
↠ DEL SUR AL MUNDO ↞ 